Comunidad Terapéutica
La Comunidad Terapéutica (C. T.) para el tratamiento del abuso y adicción a las drogas es un programa residencial, libre de drogas legales e ilegales, que usa un modelo de fases de tratamiento que reflejan niveles cada vez mayores de responsabilidad personal y social.
Las intervenciones y los objetivos se caracterizan por el abordaje intensivo y global, con actividades fundamentalmente de tipo psicoterapéutico, ocupacional, socioeducativo y médico-sanitario.
Una característica esencial en la C. T. es el establecimiento de una intensa experiencia grupal, convirtiendo al paciente en sujeto activo y protagonista de la dinámica comunitaria, compartiendo las normas y roles supervisadas por los terapeutas, involucrándose en el buen funcionamiento del grupo.
Muchas de las personas admitidas en las Comunidades Terapéuticas tienen una historia de funcionamiento social, habilidades educativas y lazos comunitarios y familiares positivos que han sido debilitados por su abuso de drogas.
Para ellos, la recuperación involucra la rehabilitación, es decir, el volver a aprender o restablecer un funcionamiento, habilidades y valores saludables así como rescatar la salud física y emocional. Otros residentes nunca tuvieron estilos de vida funcionales. Para ellos, la C. T. constituye la primera vez que son expuestos a una vida ordenada. En su caso, la recuperación involucra la habilitación, es decir, aprender por primera vez las habilidades conductuales, las actitudes y valores asociados a convivir en una sociedad.
Además de la importancia de la comunidad como el agente primario del cambio, un segundo principio fundamental es la "auto-ayuda". Esta implica que las personas en tratamiento son los principales contribuyentes al proceso de cambio. La "auto-ayuda mutua" significa que las personas también asumen una responsabilidad parcial en la recuperación de sus compañeros, un aspecto importante del propio tratamiento de la persona.